La psicología de los perfumes
Los olores están íntimamente ligados a las emociones, generan conexiones en nuestro cerebro, almacena recuerdos. Por eso es que los perfumes se comunican de manera directa con nuestra mente y tienen una especie de psicología propia.
¿Cómo funciona el olfato?
Se tiene identificado que el humano tiene mil receptores olfativos los cuales pueden percibir hasta 40 mil olores diferentes. Esto es posible gracias a que un receptor puede ser activado por más de un olor, permitiendo que el cerebro lo reconozca.
Cómo ocurre este proceso y cómo es que hemos logrado clasificar los olores, es aún un misterio con varias hipótesis; lo que es un hecho es que una vez que el cerebro reconoce un olor, lo almacena en nuestra memoria.
Como se menciona en la tesis Semiótica del olor, publicada por la UNAM y escrita por Monica Quiroz, “la memoria humana es un sistema para el almacenamiento y la recuperación de información... Lo que olfateamos influirá en lo que recordemos, ya que en cierto sentido, nuestra memoria es un registro de percepciones.”
Es por ello que el olor de un perfume desencadena una especie de memoria olfativa. Este tipo de memoria es una de las más duraderas, ya que almacena recuerdos y emociones enraizadas en lo más profundo de nuestra psique, causando reacciones en nosotros dependiendo de los recuerdos que tengamos asociados con dichas esencias aromáticas. Posiblemente el mejor ejemplo del poder de remembranza que tiene el olfato está en una de las obras cumbres de la literatura universal: En busca del tiempo perdido, pues en su primer tomo, El camino de Swann, la historia es desencadenada por el olor de una magdalena, la famosa Magdalena de Proust.
El efecto de los perfumes en nuestra mente
Pocos están conscientes de ello, pero cuando se elige un perfume es posible que ocurran dos efectos (que te sugerimos tomar en cuenta la próxima vez que selecciones una fragancia):
- Se pueden desencadenar memorias existentes de otras personas.
- Se generarán memorias nuevas, consecuencia de tu perfume y una emoción en particular.
Todos tenemos memorias asociadas con perfumes específicos, como puede ser el perfume que usaba tu mamá o papá, una expareja o amigo. Incluso el olor específico de un lugar. Tal vez si usas la misma exacta fragancia que usaba tu madre, podrías desencadenar recuerdos en tus hermanos o en otros parientes que ubicaban a tu madre con ese perfume, pero a menos que estés comprando la misma fragancia para generar un recuerdo directo, nuestra mente relaciona los aromas con emociones más básicas: enojo, tristeza, alegría, miedo o desagrado.
La memoria del olfato
Es muy probable que los aromas que más te gustan sean porque están asociados a momentos que te causaron alegría o lugares que asocias con emociones positivas. La próxima vez que elijas un perfume, intenta recordar el lugar o esencia a que te remite dicho aroma.
Por ejemplo, los olores acuosos nos remiten a la playa o a momentos de relajación. Los olores dulces se relacionan a la sensación de sabor que generan los frutos. Los olores amaderados serán más acogedores, como estar en una cabaña. Y los olores florales, tradicionalmente remiten a momentos románticos.
Utiliza la psicología de los perfumes a tu favor
Ahora, es momento de pensar en tu perfume como un sello de tu marca personal. Una vez que hayas identificado la emoción base que generará tu perfume, piensa en el efecto que este tendrá en otras personas cuando comiencen a identificarte con ese aroma específico. Es decir, comenzarás a causar el efecto de manera inversa.
Tal como la teoría de Pavlov, el científico que identificó los “reflejos condicionados”. Lo mismo sucede cuando usas un perfume específico en situaciones particulares. Las personas comenzarán a relacionarte con el sentimiento al que les remite ese perfume.
Es por esto por lo que es tan importante que identifiques correctamente el tipo de perfume que necesitas para cada ocasión.
Por ejemplo, si cada vez que vas al trabajo usas un perfume cítrico, es posible que las personas sientan frescura y juventud, por lo que tus compañeros de trabajo comenzarán a identificarte como una persona fresca y jovial.
Si vas a una cita usando el mismo perfume, comunicarás el mismo sentimiento. Por ello te recomendamos que en ese caso utilices un aroma distinto para que causes recuerdos románticos con tu pareja.
Los aromas amaderados en un hombre pueden evocar intimidad y confort además de masculinidad, mientras que las notas florales pueden asociarse con la sensualidad y feminidad en las mujeres.
Pon a prueba estos conceptos y personaliza tu perfume con la intención de evocar las emociones adecuadas, solo recuerda el dicho del tío Ben: “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”.
En Perfumérica te ayudamos a crear y personalizar los perfumes que quieras, para toda ocasión y de acuerdo a tu personalidad. Tú eliges la base aromática, seleccionas el tipo de personalidad con el que más te identifiques y ¡listo! Nosotros hacemos el resto; fabricamos tus perfumes de manera artesanal, con esencias naturales y toda la tradición de la perfumería fina.
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