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Artículo: Historia de la perfumería

Historia de la perfumería

Historia de la perfumería

Detrás del perfume que utilizas hay una historia milenaria que nos señala por qué las fragancias están ligadas a la elegancia y sofisticación; también nos indican por qué la industria se ha transformado y nos ayuda a entender cómo es que en Perfumérica hemos redefinido la perfumería fina.

El origen de la perfumería 

Los historiadores expertos han descubierto evidencias de la presencia de perfumes desde tiempos tan antiguos como la prehistoria. Por los rastros que se han dejado en distintos lugares alrededor del mundo, asumen que el origen de la perfumería se da cuando el hombre comienza a manipular el fuego, quemando diferentes plantas y materiales, descubriendo que el humo dejaba distintos aromas y provocaba distintos efectos.

Había olores con efectos medicinales o curativos; otros que ahuyentaban a insectos y animales, e incluso que hacían más atractivas a las personas. Rápidamente, los perfumes se comenzaron a utilizar como parte de los ritos religiosos y se relacionaron con la divinidad.

Nadie ha señalado con exactitud el origen de la perfumería, pero su rastro apunta hasta los Sumerios, la civilización a la que se le atribuye el inicio de las sociedades modernas gracias al desarrollo de ciudades y sistemas de escritura. Ellos fueron los primeros en utilizar la perfumería para su uso cosmético, ya que los sacerdotes, reyes y nobles portaban perfumes para distinguirse en sociedad.

También se tiene registro de que en Egipto se utilizaban esencias en ceremonias religiosas al preparar a los difuntos. Se decía que la fragancia que se utilizaba era el sudor del dios del sol, Ra.

La importancia de las fragancias en la cultura egipcia era tal que incluso tenían un dios del perfume: Nefertum, quien lleva en la cabeza una especie de corona hecha de flores de lirio blancas, uno de los ingredientes clave en muchos perfumes actualmente.

En tanto, China nos dio las “bolsitas perfumadas”, uno de los recipientes más memorables para guardar y esparcir el aroma de los perfumes, pequeños saquitos de tela o de hilo de oro que contienen hierbas aromáticas en su interior. El origen de estos recipientes se desconoce, sin embargo las numerosas pinturas de distintas dinastías hacen evidente el aprecio por las fragancias y sus artefactos.

Gracias a las rutas de comercio entre el Medio Oriente y Europa Occidental, los perfumes llegan a la antigua Grecia, donde nuevamente se les relaciona con lo divino. Utilizaron diversas esencias para perfumar las estatuas de sus dioses, así como los cuerpos de los atletas y de las mujeres. 

Con el tiempo, griegos y posteriormente romanos, comenzaron a pensar los perfumes como una forma de arte, hasta que finalmente las fragancias y su cultura llegaron a París en 1190.

Las capitales de la perfumería en Europa 

Fue en las zonas hoy conocidas como Francia e Italia donde el comercio y elaboración de perfumes se perfeccionó y se llevó a un nivel más sofisticado, siendo capaces de extraer, a través del proceso de destilación, lo que hoy conocemos como aceites esenciales de casi cualquier planta, fruto o especia.

La cultura de las fragancias continuó esparciéndose hasta que Florencia y Venecia se convierten en las capitales del perfume, donde se comienzan a crear los hoy icónicos frascos de vidrio soplado que contienen al perfume, añadiendo una nueva dimensión.

El perfume como símbolo de sofisticación 

Fue en el siglo XII cuando la perfumería se ligó de manera estrecha con las monarquías. El rey Felipe II de Francia fue el primero en reconocer la profesión de perfumista, provocando el nacimiento de las primeras escuelas.

Posteriormente, en los siglos XVII y XVIII, la perfumería triunfa en las cortes de Francia, expandiendo la tradición por toda Europa. Incluso en la época dorada de Luis XV, su corte fue bautizada como la corte perfumada.

El uso de un perfume se popularizó a tal grado que los criados bañaban en fragancias a las palomas para liberarlas durante fiestas y que esparcieran los aromas reales.

La perfumería moderna

Posterior a la Revolución Francesa, se comienza a experimentar de manera química con las esencias, creando moléculas que reproducen y recrean olores, lo que provoca una revolución olfativa.

Estos avances hicieron posible que a principios del siglo XX, la perfumería evolucionara como industria, cuando François Coty descubrió las esencias sintéticas con las que se hizo posible producir aromas que complementaran a las esencias naturales y replicar cualquier aroma. En 1904 Coty fundó en París Coty Inc., la primera empresa de perfumería de gran escala. Hoy esta empresa continúa activa con sede en Nueva York.

Tendencias de la nueva perfumería

Así llegamos al siglo XXI. La conciencia medioambiental, más que una moda, se ha convertido en normas para la extracción respetuosa de esencias, certificaciones de buenas prácticas, libres de maltrato animal, etc. 

Perfumes personalizados

También ha comenzado una nueva era donde la personalización se ha vuelto fundamental; entender la individualidad y crear fragancias que acompañen nuestra personalidad, de la misma forma que lo expresamos con nuestra ropa o la música que nos gusta.

Conscientes de la historia y el presente de la industria, en Perfumérica redefinimos la perfumería fina, poniéndola al alcance de todos y fabricando fragancias a la medida.

Crea tus combinaciones, experimenta los distintos aromas que tenemos para ti y deja tu huella en toda ocasión. Recuerda que en Perfumérica tienes garantizada tu satisfacción.